Hoy vinieron mis tías de visita y charlamos, mientras tomábamos café. De chica, cuando veía a mi mamá y a mis tías reunidas charlando frente a una mesa, sentía que algo cambiaba en el aire. De algún modo, esas mujeres se entendían y se potenciaban entre sí. Casi treinta años más tarde, hoy sentí que formaba parte de un círculo de ese tipo. Que, pese a todas mis diferencias, era una de "las mujeres de la familia" que se sienta, café en mano, a compartir modos de ver el mundo.
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