lunes, 27 de abril de 2009

Café en el patio

"Macetitas" de Viviana Bilotti

Nos reunimos entonces, como hace tanto que no nos reuníamos, y hablamos de tantas cosas mientras anochece y tomamos café en un patio lleno de plantas. Y poco a poco me convencen de que esas otras alternativas en las que a veces pienso, de manera intermitente y tímida, son posibles. Que la vida puede expandirse hasta abarcar algun niño o niña que corra por el parque por las tardes, o que escuche cuentos por las noches. Que puede tener otros colores, otros ritmos, otras formas de disfrute. Y que todos ellos pueden ser formas de continuar y potenciar lo que ya hago: genera cosas.
Definitivamente es bueno charlar un rato con las amigas.

lunes, 20 de abril de 2009

La casa en la montaña

Ayer visitamos la casa de H. en el campo.
Comimos el pan que amasa y cuece en un horno de barro.
Vimos el escritorio, desde un segundo piso, con sus enormes ventanas mirando la montaña.
Visitamos el río que queda a unos pasos.
Comimos tarta y café.
Disfrutamos el silencio claro del día
y el silencio oscuro de la noche.
Sentimos que en todo había luz y espacio.
Y todos, creo, nos imaginamos como sería vivir, trabajar y pensar en el campo.
¿Cuánto cambiaría la vida cotidiana en ese otro entorno, abierto y calmo?

miércoles, 15 de abril de 2009

La mañana

Diez minutos para mí, sola en casa, antes de comenzar el día.
Diez minutos para dejar que los dedos recorran el tiempo,
para capturar imágenes de otros espacios,
e imaginar que son míos.

Como este taller con sol.


(vía flor de papel)



jueves, 9 de abril de 2009

Lenguaje no verbal.

Sabemos más de lo que nos dicen. Sabemos leer manos y gestos, silencios y miradas. Posiciones del cuerpo. Hacia dónde gira la espalda? A dónde apuntan los pies? Tonos de voz. Sonrisas. Ritmos del habla y del movimiento. La inclinación del cuello, la curvatura de los hombros, el temblor en las manos, la apertura de los ojos, la elevación de las cejas, el cansancio o la alegría en la piel.
Leemos con velocidad vertiginosa en los cuerpos las intenciones de los otros, sus pretensiones, sus anhelos, sus temores, sus convicciones.
Sabemos más de lo que nos dicen y los otros saben más de lo que decimos. Nos conocemos más de lo que admitimos. A menudo, incluso, sabemos que otros saben lo que no decimos. Y sabemos que saben que sabemos lo que no nos dicen. Y mantenemos así todo tipo de diálogos no verbales, de conversaciones subterráneas que acompañan las a menudo escuetas y convencionales comunicaciones linguísticas cotidianas.

viernes, 3 de abril de 2009

Anticipo

Algo muy bueno ha ocurrido. Tan bueno, que no puedo contarlo como se cuenta una noticia cualquiera. Que no termino de decirlo. Que me quedo callada, o doy un relato a medias, a los familiares y a los amigos.
Algo tan bueno, que aún guardo para mí la noticia, hasta que me acostumbre mejor a ella; la cuido, la llevo -oculta pero cercana- a todas partes conmigo.

Creo, sin embargo, que al menos acá voy dejar un anticipo:

Parece que pronto- y el secreto está en las razones-
volveré a ser la persona que espera en aeropuertos,
que prepara valijas,
que sale de visita al mundo.