martes, 18 de septiembre de 2012

H

Hace ya tanto que no escribo...He perdido el hábito, las formas, la práctica.
Pero hoy mi hija, E., de ya casi dos años, acostada a mi lado, comenzó a acariciarme el pelo y me dijo, dos o tres veces, pronunciando la palabra con cuidado: "hermosa".
Y algo así tenía que quedar registrado.