La pregunta me persigue últimamente.
Quién era yo hace veinte años, hace diez, hace cinco?
Mi memoria ya no es la misma. Antes lo recordaba todo.
Pero ahora me encuentro, de pronto, con que he olvidado el nombre de lugares y personas, a dónde pasé las vacaciones hace cinco años, qué hacia por las tardes algunos inviernos, etc.
Quizás solo tengámos un espácio mnémico limitado y los recuerdos recientes estén empujando afuera a algunos de los más viejos...
Sea como sea me niego- no se bien por qué pero me niego- a quedarme, como tantas personas, repitiendo el mismo puñado de anécdotas archisabidas.
Por suerte, allí donde la memoria falla están los cuadernos. Parece que de niña y de adolescente tenía mucho tiempo libre y me dedicaba a dejar constancia escrita de todo lo que me pasaba (la mayor parte ocurrìa adentro de mi cabeza y no fuera de ella, pero esa es otra cuestión). Así es que he pasado cada hora libre de los últimos dos días, leyendo mi propia historia.
Estoy lejos de agotar el material disponible y aún no logro entender bien a la que fuí en el pasado. A veces, encuentro puntos de similitud con el presente. Allí están, desde siempre, el gusto por los libros y por las conversaciones, la soledad, la reserva y la cautela, el placer estético ante ciertas imágenes, la construcción de teorías... Muchas otras veces, en cambio, la persona que se queja o se alegra parece otra. Tiene otros amigos, otras prácticas cotidianas, otro ritmo, otros placeres, otras preocupaciones. Cambios, saltos y quiebres de todo tipo nos separan.
A veces, leyendo recupero un nombre, un fin de semana en el campo, la sensación que tuve una tarde. Otras veces, me entero de cosas que hice y dije, como si leyera una historia ajena. Acepto que estuve allí y que aquello ocurrió, porque el cuaderno lo dice. Pero nada más me indica que todo eso me pasara a mí.
Es una tarea emocionante esta de enfrentarse a la/s que era.
Quien sabe que hará mi cabeza ahora, con tanto pasado recuperado.
Quién era yo hace veinte años, hace diez, hace cinco?
Mi memoria ya no es la misma. Antes lo recordaba todo.
Pero ahora me encuentro, de pronto, con que he olvidado el nombre de lugares y personas, a dónde pasé las vacaciones hace cinco años, qué hacia por las tardes algunos inviernos, etc.
Quizás solo tengámos un espácio mnémico limitado y los recuerdos recientes estén empujando afuera a algunos de los más viejos...
Sea como sea me niego- no se bien por qué pero me niego- a quedarme, como tantas personas, repitiendo el mismo puñado de anécdotas archisabidas.
Por suerte, allí donde la memoria falla están los cuadernos. Parece que de niña y de adolescente tenía mucho tiempo libre y me dedicaba a dejar constancia escrita de todo lo que me pasaba (la mayor parte ocurrìa adentro de mi cabeza y no fuera de ella, pero esa es otra cuestión). Así es que he pasado cada hora libre de los últimos dos días, leyendo mi propia historia.
Estoy lejos de agotar el material disponible y aún no logro entender bien a la que fuí en el pasado. A veces, encuentro puntos de similitud con el presente. Allí están, desde siempre, el gusto por los libros y por las conversaciones, la soledad, la reserva y la cautela, el placer estético ante ciertas imágenes, la construcción de teorías... Muchas otras veces, en cambio, la persona que se queja o se alegra parece otra. Tiene otros amigos, otras prácticas cotidianas, otro ritmo, otros placeres, otras preocupaciones. Cambios, saltos y quiebres de todo tipo nos separan.
A veces, leyendo recupero un nombre, un fin de semana en el campo, la sensación que tuve una tarde. Otras veces, me entero de cosas que hice y dije, como si leyera una historia ajena. Acepto que estuve allí y que aquello ocurrió, porque el cuaderno lo dice. Pero nada más me indica que todo eso me pasara a mí.
Es una tarea emocionante esta de enfrentarse a la/s que era.
Quien sabe que hará mi cabeza ahora, con tanto pasado recuperado.
2 comentarios:
Al recuperar el pasado nos completamos.
Ciertamente que la vida es para adelante, pero igual que al conducir, hay que usar el retrovisor de vez en cuando.
Me interesé en visitarte al encontrarte en el blog de "seterminaronlaspalabras"
Hasta Pronto.
Hola, bienvenido! Creo, como decís, que estoy buscando completarme y, a su vez, revisar y reevaluar la que soy a partir de la que era. Pero el proceso aún no ha terminado y no estoy muy segura de cuáles vayan a ser sus resultados...
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