martes, 15 de marzo de 2011

El núcleo

Lo que no hay que olvidar es que hay algunas mujeres que viajan por la tarde para escucharnos repasar esa presentación terrible que nos atemoriza.
Que frenan las olas de visitas en los primeros días después del parto, para que podamos disfrutar unos minutos a solas con nuestra hija.
Que se hacen cargo de nuestro trabajo cuando nos enfermamos, aunque ellas también están llenas de trabajo e hijos.
Que leen cada palabra que uno escribe, las corrigen, le dan forma.
Que nos ayudan a preparar un viaje.
Que pasan horas enseñándonos a desembrollar algún indispensable, pero misterioso, recurso informático.

Y uno también hace los mismo por ellas. Y sabemos que así, pese al vértigo y al cansancio, de algún modo, el mundo se sostiene.

6 comentarios:

Estar latiendo dijo...

Un canto a la amistad. Yo tengo amigos así, también.

abrazo:

Ju

uma dijo...

Pero no te sigue asombrando tener amigos así? Al menos en mi caso, es algo que no termino de dar por sentado...

Estar latiendo dijo...

Por supuesto que me sorprenden cada día, pero si uno es igual que ellos, a esta altura deberíamos darlo por sentado, ¿no?
Gracias por la devolución, siempre:

Ju

¿y esa beba linda cómo está? :D

Bur. dijo...

...

Bur. dijo...

te esperamos, uma.
que estés/n muy bien.

uma dijo...

Hola! Tanto tiempo! Aquí estamos muy bien y quiero que volver a este espacio. De hecho, hay varios prot-posts en borrador...Pero los días se han vuelto vertiginosos últimamente!
Gracias por la espera!