Quizás volvimos demasiado pronto, dejando potencialidades por explorar, vínculos por fortalecer, formas de vida que hubiera sido bueno integrar, de algún modo a nuestra vida.
Quizás nos quedamos con ganas de los gustos vivos en la boca, y de las aventuras diarias.
El punto es que ya llevamos varios días acá. Buenos días, además. Pero una parte mía sigue extrañando ese allá. Y a los que podíamos ser mientras paseábamos por esas otras tierras.
lunes, 26 de julio de 2010
sábado, 10 de julio de 2010
En ruta
Ilustración de Julia Humpfer
Pude serlo. Porque era temerosa y tímida.
Porque todavía me duelen los desprendimientos y tiendo a la cautela.
Pude serlo, pero no.
Afortunadamente, se fué imponiendo la otra.
La que viaja. La que le escribe a perfectos desconocidos y organiza reuniones.
La que acepta, pese al vertigo, los proyectos nuevos.
La que se impone como tarea cuasi-diaria vencer algún temor.
Probar aquello que aún no se ha hecho.
Lo cual equivale, en este caso, volver a preparar la valijas,
partir con niña en la panza y padre de la niña al lado.
Viajar a otro país por unos días.
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